Dunhuang tiene un área espectacular de paisaje natural: las Montañas Arenosas cantantes. Las montañas son pálidas dunas de arena dorada de decenas de metros de altura, cubriendo un área de aproximadamente 40 km (25 millas) cuadrados.
Los visitantes pueden explorar las dunas de arenas en camello, coche eléctrico, bicicleta, o a pie. Montar en camello en el desierto de las Montañas Arenosas cantantes es una gran experiencia. Usted puede disfrutar de las hermosas formas onduladas de las dunas lisas amarillas contra el cielo azul profundo, e imagine que está viajando por la ruta de seda. Nada más salir del camello escuche el canto de la arena.
Hay tiro con arco y trineos de arena disponibles en una de las dunas. El manantial de Media Luna es un espectáculo que hay que ver. El contraste entre el azul del Lago de Media Luna y vegetación exuberante con la arena dorada es muy poético
¿Cómo se formaron las Montañas Arenosas cantantes y qué ha provocado el fenómeno de la arena cantando? Hasta ahora, nadie ha dado una respuesta satisfactoria. De acuerdo con algunos expertos japoneses, probablemente hay palacios antiguos bajo las dunas, mientras que los rusos consideran que el contenido de cuarzo en la arena es la razón principal. Los científicos chinos han llevado a cabo un estudio sobre la causa de la arena cantante durante años y creen que se trata de un fenómeno de resonancia.
La leyenda cuenta que esta zona habia una montaña floreciente llamada Montaña Qingshi (Bluestone Mountain) en la antigüedad. Al pie de la montaña, al lado del Lago de Media Luna, estaban agrupados muchos templos sagrados. Las óperas, se mostraron a adorar al Dios del Templo en cada feria del templo. Sin embargo, un año los sonidos ensordecedores de celebración molestaron al Príncipe Dragón Amarillo que estaba durmiendo en un desierto cercano. El príncipe fue cruel, de mal humor y potente. Él utilizó su poder mágico a mover un volumen enorme de dunas de arena en esta área y enterrar bajo tierra todo el pueblo. Esas almas a menudo lloran, golpean tambores y gongs lamentandose de su desgracia. Esta es la leyenda de las Montañas Arenosas Cantantes.